Remedios Melero
Introducción
El término más simple para definir “open Access” es “acceso libre sin
restricciones” Esta restricción implica por un lado la gratuidad para el
usuario para acceder a literatura digital y por otra la eliminación total o
bajo ciertas condiciones, debidas a los derechos sobre ese objeto digital que
impiden su visibilidad en internet.
Por otro lado existen iniciativas relacionadas con lo que se conoce como “Movimiento
open access” que se remontan a los años 60, sin embargo hasta los años 90 surge
la aparición de la World Wide Web, cuando empiezan a emerger proyectos que se
aparan bajo el título de open Access, las cuales son repositorios en áreas
relacionadas con la física, matemáticas y ciencias de la computación, como es
el caso de Arxiv creado en 1991 por Paul Ginspard.
A inicios del siglo XXI marca una nueva etapa y la expansión del “Movimiento
open access” empieza a crecer de manera impresionante, debido a que ya no solo
se realizan proyectos sino que también hay un compromiso social.
Las tres más importantes y de referencia obligada en la bibliografía, son
la Declaración de Budapest (Budapest Open Acces Initiative, BOAI) de 2002,
seguida de la Declaración de Bethesda (2003) y la Declaración de Berlín también
del año 2003. La primera define
open access como el libre acceso a través de internet a la literatura
científica, respetando las leyes de copyright existentes, aunque se aboga por
que sean los autores o las instituciones quienes retengan los derechos de copyright.
En la segunda, además se menciona el
archivo inmediato de los trabajos para facilitar este acceso en abierto.
Estas tres declaraciones convergen en lo relativo al copyright sobre los
trabajos: “El poseedor del copyright sobre un trabajo debe consentir en “ la
reproducción, uso, distribución y acceso a través de internet con una finalidad
responsable, siempre con el reconocimiento y agradecimiento de la autoría del
mismo”.
1.1.
Tipos de recursos que responden a la
definición open access (OA)
Los pilares sobre los que se apoya
el OA son, por un lado las revistas científicas que responden a la definición
total o parcial de OA y por los repositorios institucionales o temáticos para
el depósito, almacenamiento o archivo de la producción científica de una comunidad.
Aunque el tema central son los repositorios, se hará una tipología de revistas
open Access existente actualmente.
Revistas open Access: Las revistas que responden total o
parcialmente al concepto de OA podrían clasificarse en cuatro grandes grupos.
1. Las
revistas ya existentes que después de un embargo de 6 o 12 meces facilitan el
acceso a sus ficheros.
2. Revistas
open Access en las que los derechos de copyright , los retiene el autor y paga por la publicación
de sus artículos.
3.
Publicaciones
OA gratuitas en las que el autor no paga por la publicación de sus trabajos
4. Modelo
híbrido en el que coexisten la forma de pago por suscripción y la de pago por
publicación.
Los repositorios o archivos de
ficheros: Los repositorios, entendidos como archivos donde se almacenan recursos
digitales (textuales, de imagen o sonido, en general llamados objetos
digitales) surgen de la llamada comunidad e-print, preocupada por maximizar la
difusión y el impacto de los trabajos depositados en los mismos.
2.
Repositorios Institucionales Open Access
Un repositorio institucional open access es algo más que un archivo donde
almacenar ficheros, no es una simple base de datos. En n primer lugar responde al compromiso de una
institución de hacer visible la producción de sus profesores o investigadores,
implica la puesta en marcha de herramientas que lo permitan, el establecimiento
de políticas para su desarrollo y la implicación de distintos estamentos para
su consecución desde el personal de apoyo (bibliotecarios, servicios de
información, técnicos informáticos) a los investigadores y gestores de la
institución.
Esta definición ya hablaba de esa colaboración entre las distintas partes
implicadas en la creación y mantenimiento de un repositorio y además añade un
aspecto muy importante: la preservación en el tiempo de los contenidos
albergados en los repositorios.
Una característica deseable de los repositorios institucionales open
access es que desde el punto de vista de su arquitectura tenga una estructura
de “ficheros abiertos” (open archive), y que implemente un protocolo de
interoperatividad que le haga visible a proveedores de servicios capaces de
recolectar los metadatos de sus objetos digitales.
2.1. Plataformas
para la creación de repositorios
Existe una amplia comunidad científica involucrada en el desarrollo de plataformas
tecnológicas para la creación de repositorios open access, la utilización de una
o de otra responderá a las necesidades y recursos de la institución que lo
ponga en marcha.
A continuación se muestra un breve resumen de algunas de estas
plataformas y los enlaces donde puede accederse a sus portales originales.
CDSware (ahora CDS Invenio). El document server software, ahora llamado
CDS Invenio ha sido desarrollado por el CERN ( European Organization for
Nuclear Research). http://cdsware.cern.ch.
Dspace. Desarrollado por el MIT, en colaboración con
Hewlett Packard. http://www.dspace.org/
Eprints. Es el software más utilizado, hasta la fecha.
Se desarrolló en la Universidad de Southamptom y la primera versión salio en el
año 2000. http://software.eprints.org/
Fedora. Está basado en Flexible Extensible Digital
Object and Repository Architecture (Fedora). El sistema está diseñado de forma
que sobre el se construyan repositorios y otros bibliotecas digitales que
cumplen con el protocolo OAI. Lo han desarrollado la Universidad de Virginia y
la Universidad de Cornell http://www.fedora.info/
2.2. Directorios de
repositorios
Es importante que cuando se cree un repositorio se registre en algún
directorio internacional para su difusión y constatación de su existencia.
Entre los existentes señalaré aquellos más relevantes y utilizados para la
localización de repositorios tanto institucionales como temáticos:
ROAR (
http://archives.eprints.org ) Registry of open access repositories. Es un proyecto del grupo eprints de la
Universidad de Southampton del Reino Unido.
Open Archives Initiative list (http://www.openarchives.org/Register/BrowseSites
). Es una lista con los
repositorios registrados en el portal de la Open archive Initiatives y que han
pasado un test de validación del protocolo OAI-PMH.
OpenDOAR (
http://www.opendoar.org ). Directory of open access repositories. Es de más reciente creación, se anunció a
principios de este año y actualmente contiene 832 repositorios. Es un proyecto
inicialmente lelvado a cabo por la Universidad de Lund (Suecia) y la
Universidad de Nottingham (UK).
Citebase (http://www.citebase.org) y Citeseer http://citeseer.ist.psu.edu/
además de ‘recolectar’ ofrece al usuario información sobre las citas y co-citas
de los trabajos recuperados.
Directorio y recolector MCU. Este proyecto llevado a cabo por el
ministerio de cultura español, por un lado alberga un directorio de proyectos
relacionados con la digitalización de fondos de bibliotecas u otras entidades y
por otro el recolector de metadatos de repositorios open access existentes en
España, la lista no es fija y va aumentando con el tiempo ya que el recolector
va detectando e incorporando a sus bases la existencia de recursos-OAI
(http://www.mcu.es/roai/es/inicio/inicio.cmd).
UPCcommons (http://upcommons.upc.edu) es un servicio de
la UPC, a través del cual se puede recuperar registros de todos los
repositorios de esta Universidad, bien colectivamente o selectivamente.
DL-harvester (http://dlharvest.sir.arizona.edu/) METALIS
(http://metalis.cilea.it/ ) SAIL eprints (http://eprints.bo.cnr.it/)son
otros ejemplos de recolectores que han seleccionado previamente los archivos
donde capturar registros de los repositorios).
Scirus (http://www.scirus.com/srsapp/) y Google
Scholar (http://scholar.google.es/ ) son buscadores entre cuyas fuentes de
búsqueda se encuentran repositorios institucionales o temáticos, en el caso de
Scirus sólo algunos preseleccionados y en el caso de Google Scholar sin
restricciones salvo las propias del repositorios si las tuviera.
2.3. Copyright y open access
La cesión de los derechos de copyright entre autor y editorial es un
acuerdo entre dos partes en las que se establecen los términos de distribución,
reproducción y uso de esa publicación. Una de las premisas para que el autor
pueda disponer de sus trabajos para el archivo en un repositorio institucional
es que esos derechos queden en manos del autor o en las de su institución.
En ese sentido, si no existiera otra posibilidad, la recomendación es la
inclusión de una adenda en dicho acuerdo en la que se especifique que el autor puede
disponer de su artículo para su archivo en repositorios institucionales o en
páginas web personales, con la referencia y agradecimientos a la fuente donde
se haya publicado.
2.4. Medición del impacto de
recursos OA
El impacto de las publicaciones científicas, según el patrón de la
literatura impresa, se mide a través del ratio entre el número de citas a la
revista y el número de artículos publicados por la misma, de acuerdo con los
criterios y fuentes del Institute for Scientific Information (ISI). En las
publicaciones a través de internet existen otros parámetros que pueden
contribuir adicionalmente a estimar el impacto de las mismas, como son el
número de veces que se accede a un artículo (hits), el número de descargas (downloads),
inclusión como enlace en otras páginas de internet (visibilidad) o la propia cita
en otras fuentes presentes en internet. Diversos estudios han puesto de
manifiesto que el libre acceso online a los artículos científicos aumenta el
número de citas que reciben frente a los que su acceso es restringido
(Lawrence, 2001; Brody, 2004; Hajjem et al., 2005; Eysenbach, 2006).
2.5 Hábitos de los
investigadores respecto al auto-archivo de sus publicaciones
Trabajos recientes llevados a cabo mediante encuestas en foros internacionales
han puesto de manifiesto, que si bien el autor cuando es usuario desearía poder
acceder sin barreras a esa producción, es reticente al depósito de sus publicaciones.
Las causas de esta actitud son por un lado la ignorancia sobre el significado
de open access, el desconocimiento de la existencia de los repositorios,
de saber cómo hacer el depósito o la “inercia” del sistema, entre otros ( Key
Perspectives, 2004; Swan, 2005; Rowlands et al, 2004; Rowlands y Nicholas,
2005). Estos obstáculos conducen a que un auto-archivo “voluntario” sin una
buena campaña de difusión y de cambio de hábitos no logre una participación
alta de los investigadores, por ahora.
3. Recomendaciones
Las siguientes recomendaciones dirigidas a los autores para hacer sus trabajos
más visibles y accesibles fueron hechas a principio de año por Peter Suber en
su revisión sobre el movimiento open access:
1.¿Que revistas OA existen en tu área de trabajo? (Ver DOAJ
(Directory of Open Access Journals, wwww.doaj.org). Si no publicas en una revista OA al menos
publica en una que permita el autoarchivo del trabajo.
2. Consulta repositorios OA pre o postprints. (ROAR (Registry of
Open Access Repositories, http://archives.eprints.org) y el DOAR (Directory of
Open Access Repositories, http://www.opendoar.org).
3. El archivo en repositorios tan sólo dura unos minutos, una vez hecho
el primero después, los siguientes cuestan menos.
4. La mayoría de revistas no OA permiten el autoarchivo en repositorios (
Ver http://romeo.eprints.org/stats.php).
5. Las revistas que siguen la norma Ingelfinger son una minoría (No
aceptan archivo de pre-prints antes de su publicación).
6. El acceso abierto aumenta la audiencia y el índice de impacto.
El acceso en abierto a las publicaciones favorece la visibilidad y la
difusión de la investigación, favorece la educación y el desarrollo, rompe las
barreras entre países pobres y ricos, se recupere parte de la inversión
dedicada a la investigación científica.
Estas consecuencias del open access no se alcanzaran si no existe un
compromiso por todas las partes implicadas en el acceso, difusión y
preservación de la investigación y la docencia de nuestros investigadores y
profesores. Investigadores, instituciones, gestores de la información y
políticos deberían ser conscientes de estas implicaciones y avalar y poner en
marcha proyectos que conduzcan a ello.